GUADALAJARA -- Abrió con una gran fiesta... cerró con una mezcla de surrealismo, pop, desorden y sueños guajiros.
Porque el tener en México un nuevo récord de medallas alimenta ilusiones políticas de no detenerse con "los mejores Juegos Panamericanos de la historia", ahora hay que soñar con los cinco aros olímpicos.
"Y vamos por más"... podría ser el lema al concluir los Panamericanos de Guadalajara y escuchar al gobernador de Jalisco lanzar la promesa que ahora pedirán la sede de unos Olimpicos
Una euforia compartida con Mario Vázquez Raña, quien antes de arrancar las competencias aseguró que Guadalajara tendría unos excelentes Juegos, pero dijo que sólo eso se podía esperar.
Esta noche Vázquez Raña olvidó su vaticinio y salió al estrado para ponerles la etiqueta que tantas veces ha puesto al despedir una justa continental: "Los mejores Juegos de la historia".
En la semana el dirigente también había lanzado otra advertencia al decir que él como presidente de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO) estaría orgulloso de apoyar a Jalisco para pedir la sede de unos Juegos Olímpicos, "pero sería en 2028 y para entonces ya no tendré opinión", dijo.
Sueños políticos de pasar a la historia siendo el que regresó a México unos Olímpicos, como los que en 1968 convulsionaron al país y que siguen siendo un referente.
Largos discursos como el de Vázquez Raña que inició saludando a cada uno de los municipios de Jalisco que fue sede de estos Juegos y continuó enlistando jueces, voluntarios, oficiales y los 6,003 atletas que hicieron la fiesta. Hasta realizar la clausura oficial "siendo las 9:50" pero quizá olvidó retrasar su reloj porque esta madrugada terminó el horario de verano en México y esa clausura en realidad ocurría a las 20:50.
Después de las palabras el Omnilife retomaba el color, el fuego que iluminó nuevamente todo el techo del estadio con enormes mecheros de gas que acompañaron a la llama panamericana que se extinguió lentamente cerrando un capítulo que dejó huella en algunos corazones.
16 días de competencias que terminan en el Omnilife con la premiación del brasileño Sololei Silvas, un recolector de basura convertido en maratonista, hoy por hoy, el mejor del continente, por lo menos de acuerdo a los registros de la Odepa.
Guadalajara apagó su llama deteniendo un viaje intenso que se interrumpe con el melódico y pausano himno canadiense, que pone en el horizonte a Toronto 2015, sede de los próximos Juegos Panamericanos, a dónde sólo algunos llegarán.
Porque el tener en México un nuevo récord de medallas alimenta ilusiones políticas de no detenerse con "los mejores Juegos Panamericanos de la historia", ahora hay que soñar con los cinco aros olímpicos.
"Y vamos por más"... podría ser el lema al concluir los Panamericanos de Guadalajara y escuchar al gobernador de Jalisco lanzar la promesa que ahora pedirán la sede de unos Olimpicos
Una euforia compartida con Mario Vázquez Raña, quien antes de arrancar las competencias aseguró que Guadalajara tendría unos excelentes Juegos, pero dijo que sólo eso se podía esperar.
Esta noche Vázquez Raña olvidó su vaticinio y salió al estrado para ponerles la etiqueta que tantas veces ha puesto al despedir una justa continental: "Los mejores Juegos de la historia".
En la semana el dirigente también había lanzado otra advertencia al decir que él como presidente de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO) estaría orgulloso de apoyar a Jalisco para pedir la sede de unos Juegos Olímpicos, "pero sería en 2028 y para entonces ya no tendré opinión", dijo.
Sueños políticos de pasar a la historia siendo el que regresó a México unos Olímpicos, como los que en 1968 convulsionaron al país y que siguen siendo un referente.
Largos discursos como el de Vázquez Raña que inició saludando a cada uno de los municipios de Jalisco que fue sede de estos Juegos y continuó enlistando jueces, voluntarios, oficiales y los 6,003 atletas que hicieron la fiesta. Hasta realizar la clausura oficial "siendo las 9:50" pero quizá olvidó retrasar su reloj porque esta madrugada terminó el horario de verano en México y esa clausura en realidad ocurría a las 20:50.
Después de las palabras el Omnilife retomaba el color, el fuego que iluminó nuevamente todo el techo del estadio con enormes mecheros de gas que acompañaron a la llama panamericana que se extinguió lentamente cerrando un capítulo que dejó huella en algunos corazones.
16 días de competencias que terminan en el Omnilife con la premiación del brasileño Sololei Silvas, un recolector de basura convertido en maratonista, hoy por hoy, el mejor del continente, por lo menos de acuerdo a los registros de la Odepa.
Guadalajara apagó su llama deteniendo un viaje intenso que se interrumpe con el melódico y pausano himno canadiense, que pone en el horizonte a Toronto 2015, sede de los próximos Juegos Panamericanos, a dónde sólo algunos llegarán.
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