PACHUCA, México, Nov. 20, 2011.- Un gol de Héctor Mancilla y una sólida defensa, pusieron a los Tigres muy cerca de las semifinales del Apertura 2011, al vencer de visitante 1-0 al Pachuca y obligarlo a ganar por dos goles en el partido de vuelta en el Universitario.
Tigres tomó la iniciativa desde el primer tiempo, asumió su condición de favorito y se lanzó al frente a fin de demostrar que podía hacer buenos los pronósticos, y lo hizo de la mejor manera al no permitirle casi nada a los locales.
Las acciones se realizaban en su mayoría en cancha de los Tuzos, los felinos estaban al acecho y no
existía forma de detener su carrera en busca de su presa que cada vez se veía más asustada y vulnerable.
El acoso finalmente rindió frutos a los 26 minutos cuando un veloz ataque por izquierda de Damián Álvarez, terminó en gol cuando la cabeza de Héctor Mancilla encontró el balón en el área a pase del primero y, sin pensarlo demasiado, la puso en la red para hacer que la grada de los visitantes, que eran bastantes, reventara de alegría.
Con la ventaja a su favor, en cancha ajena y sabedores de que su mejor posición en la tabla les daba un extra con este gol, los comandados por Ricardo Ferretti relajaron un poco las hostilidades y buscaron más solidez en la defensa.
Esta decisión le otorgaría a los hidalguenses varias oportunidades en la puerta de Palos, sin embargo, el arquero supo defender muy bien su arco en varias llegadas y en otras tantas los delanteros no fueron contundentes, por lo que se fueron al descanso con el marcador en contra.
Para la segunda mitad, los Tigres no cambiaron la tónica de su planteamiento, siguieron apostando a aguantar un poco atrás y buscar el contragolpe en cualquier momento, que de principio les estaba saliendo a la perfección, ya que no estaban permitiendo ninguna llegada a su marco y además tenían llegada, pero pronto la suerte cambió.
A los 62 minutos, una dura barrida de Carlos Salcido sobre Jaimen Ayoví terminó en tarjeta roja, lo que provocó que el timonel felino renunciara totalmente al ataque y metiera una línea de cinco atrás para aguantar el marcador para el partido de vuelta en Monterrey.
Los comandados por Efraín Flores no quisieron desaprovechar el pequeño resquicio que se abría en una de las mejores defensas del torneo y se lanzaron con todo, enviaron a la cancha a Edy Brambila y a Andrés Chitiva y metieron totalmente a los regios en su terreno.
Estoica, la zaga felina supo atrincherarse en su zona y destruir todos los ataques de los Tuzos que recibieron, e incluso, a los 71 minutos, Lucas Lobos tuvo la oportunidad de aumentar la ventaja en un tiro libre, pero el travesaño le quitó la gloria.
Poco a poco los de la Sultana del Norte fueron controlando los embates enemigos y, al final, lograron su objetivo, salir ilesos de terreno ajeno y con un ligero daño a favor, anotación que para el partido de vuelta podría ser definitiva debido a su mejor posición en la tabla, ya que aún perdiendo por un gol en casa, pasarían a la siguiente ronda.
Tigres tomó la iniciativa desde el primer tiempo, asumió su condición de favorito y se lanzó al frente a fin de demostrar que podía hacer buenos los pronósticos, y lo hizo de la mejor manera al no permitirle casi nada a los locales.
Las acciones se realizaban en su mayoría en cancha de los Tuzos, los felinos estaban al acecho y no
existía forma de detener su carrera en busca de su presa que cada vez se veía más asustada y vulnerable.
El acoso finalmente rindió frutos a los 26 minutos cuando un veloz ataque por izquierda de Damián Álvarez, terminó en gol cuando la cabeza de Héctor Mancilla encontró el balón en el área a pase del primero y, sin pensarlo demasiado, la puso en la red para hacer que la grada de los visitantes, que eran bastantes, reventara de alegría.
Con la ventaja a su favor, en cancha ajena y sabedores de que su mejor posición en la tabla les daba un extra con este gol, los comandados por Ricardo Ferretti relajaron un poco las hostilidades y buscaron más solidez en la defensa.
Esta decisión le otorgaría a los hidalguenses varias oportunidades en la puerta de Palos, sin embargo, el arquero supo defender muy bien su arco en varias llegadas y en otras tantas los delanteros no fueron contundentes, por lo que se fueron al descanso con el marcador en contra.
Para la segunda mitad, los Tigres no cambiaron la tónica de su planteamiento, siguieron apostando a aguantar un poco atrás y buscar el contragolpe en cualquier momento, que de principio les estaba saliendo a la perfección, ya que no estaban permitiendo ninguna llegada a su marco y además tenían llegada, pero pronto la suerte cambió.
A los 62 minutos, una dura barrida de Carlos Salcido sobre Jaimen Ayoví terminó en tarjeta roja, lo que provocó que el timonel felino renunciara totalmente al ataque y metiera una línea de cinco atrás para aguantar el marcador para el partido de vuelta en Monterrey.
Los comandados por Efraín Flores no quisieron desaprovechar el pequeño resquicio que se abría en una de las mejores defensas del torneo y se lanzaron con todo, enviaron a la cancha a Edy Brambila y a Andrés Chitiva y metieron totalmente a los regios en su terreno.
Estoica, la zaga felina supo atrincherarse en su zona y destruir todos los ataques de los Tuzos que recibieron, e incluso, a los 71 minutos, Lucas Lobos tuvo la oportunidad de aumentar la ventaja en un tiro libre, pero el travesaño le quitó la gloria.
Poco a poco los de la Sultana del Norte fueron controlando los embates enemigos y, al final, lograron su objetivo, salir ilesos de terreno ajeno y con un ligero daño a favor, anotación que para el partido de vuelta podría ser definitiva debido a su mejor posición en la tabla, ya que aún perdiendo por un gol en casa, pasarían a la siguiente ronda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario