Un coche-bomba explotó este viernes frente a la presidencia municipal de Nuevo Laredo, con un saldo preeliminar de siete personas lesionadas y varios vehículos dañados.
Según se desprende de las primeras diligencias, el atentado es resultado de la disputa que mantienen el Cártel del Golfo y su antiguo aliado Los Zetas.
Informes de Protección Civil dieron a conocer que el ataque ocurrió alrededor de las 11:15 horas, lo que causó pánico entre los automovilistas que circulaban por ese sitio en la zona centro de la ciudad. El vehículo utilizado para el atentado fue una camioneta marca Ford Ranger pick-up color gris arena, placas del estado de Coahuila.
La camioneta fue colocada en uno de los cajones de estacionamiento que se localizan sobre la calle Héroes de Nacataz, casi esquina con Avenida Juárez, frente a uno de los accesos al edificio municipal.
Al momento del incidente, el alcalde Benjamín Galván no se encontraba en la presidencia municipal, mientras que empleados municipales que laboraban en el inmueble, ubicado entre las calles de Nacataz y Juárez, fueron desalojados.
Autoridades de Protección Civil reportaron que en el sitio fueron atendidos al menos siete personas que resultaron con diversas lesiones, algunas de ellas de gravedad, y que fueron trasladadas a hospitales de Nuevo Laredo.
La onda expansiva destruyó parte de la fachada del palacio municipal, además de causar daños a unos cuatro automóviles estacionados frente al edificio o localizados atrás de la unidad que explotó y que esperaban avanzara la circulación.
Paramédicos de los puestos de auxilio, así como elementos de bomberos y Protección Civil se concentraron en el área para sofocar las llamas de la unidad que explotó, así como de atender a las personas que resultaron lesionadas.
Elementos del Ejército Mexicano, así como de la Policía de Seguridad de Tamaulipas, acordonaron los alrededores de la presidencia municipal, además de extender la vigilancia a las oficinas del DIF municipal, ubicado a unas ocho cuadras del ataque.
La presencia policíaca y militar se extendió por todo el centro de la ciudad fronteriza de Tamaulipas, además de que dos helicópteros de la Secretaría de Marina realizan sobrevuelos por la zona donde se registró el ataque.
Al momento de la explosión, dentro del inmueble oficial laboraban empleados de las secretarías del Ayuntamiento, Educación y departamentos de Recursos Humanas y Comunicación Social, los cuales fueron desalojados por las fuerzas policíacas, mientras se restringió la circulación vehicular y peatonal.
Aníbal Pérez Vargas, procurador de Justicia de Tamaulipas, condenó el atentado. Tras inaugurar en Reynosa el Comité Interinstitucional de Seguridad para la jornada electoral de este primero de julio, Pérez Vargas indicó que a pesar de que no es un hecho aislado, no va a inhibir la presencia de los tamaulipecos en las urnas durante la jornada electoral.
En tanto, la Procuraduría General de la República informó que participará en la investigación del atentado a la presidencia municipal de Nuevo Laredo.
Funcionarios de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) abrieron por el momento un “acta circunstanciada” por estos hechos y en las próximas horas ejercerán su facultad de atracción.
Esto no solo por la sospecha de que detrás del atentado está el crimen organizado, sino por el delito de violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario