El ex gobernador aseguró que le volvieron a reinstalar los guardias pero dejó de verla y supo de ella hasta su muerte.
Raúl PUENTE-MORALES
Leonel Godoy Rangel ex gobernador del estado, dio a conocer que en una de las conversaciones que sostuvo con la entonces alcaldesa de Tiquicheo, María Santos Gorrostieta Salazar “nosotros le aconsejábamos que se fuera”.Señaló que tras los dos ataques armados que sufrió Santos Gorrostieta, sostuvo una plática con ella, en la que enfatizó no tener datos precisos sobre él o los presuntos autores de los hechos, “pero sin duda por la forma en que se dieron los dos atentados los adjudicaba al crimen organizado, personas en particular no
hubo jamás señalamiento de ella, a pesar de que fue testigo y sobrevivió, afortunadamente en esas dos ocasiones a esos atentados, a partir de ese momento nosotros le prestamos seguridad, mantuvo siempre dos cuerpos de seguridad”.En una entrevista en la ciudad de México, el ex mandatario estatal condenó el crimen de la también ex presidenta de la Fundación María Santos Gorrostieta y recalcó que desde que ésta dejó la alcaldía, ya no tuvo comunicación con ella.
Dijo, “se le retiraron los cuerpos de seguridad por las elecciones de noviembre del 2011, que eran ministeriales, pero los preventivos continuaron y luego se le reinstaló todo el equipo completo, tanto ministeriales como preventivos, el 1 de enero dejó de ser presidenta municipal pero a pesar de eso nosotros le mantuvimos la custodia, evidentemente que su situación era muy complicada, nosotros le aconsejábamos que se fuera, la verdad de que yo desde esa ocasión, después de que entregó la presidencia municipal ya no tuve, desafortunadamente contacto con ella, pero la última vez que la vi yo le pedí que ya no fuera a Tiquicheo, ella vivía ya en Morelia”.
Leonel Godoy dijo, que María Santos tenía bienes que cuidar en Tiquicheo, “no sé, supongo que iría de vez en cuando, es condenable y ojalá encuentren a los cobardes que asesinaron con esa saña a una mujer valiente”.
Terminó diciendo, “nosotros le dijimos que respetaríamos la decisión que ella tomara y la respetamos y le dimos todo el apoyo que se pudo en ese tiempo y creo que eso desalentó, por lo menos por algún tiempo a los que ya no tenían ninguna duda de privarla de la vida”.
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