Raúl PUENTE-MORALES
En rueda de prensa convocada por la Secretaría de Turismo del Estado en coordinación con la Comisión de Ferias, el municipio de Tarímbaro se reportó listo para recibir a los visitantes con motivo de sus tradicionales festejos de Carnaval, que este año tienen como fecha central el martes 12 de febrero.
Aunque las fiestas de carnaval y las danzas con “toritos de petate” se llevan a cabo en diversas partes del estado y del país, muchos consideran a Tarímbaro como la cuna de los toritos de petate porque el testimonio escrito más antiguo que hay sobre esta manifestación alude a esa localidad.
En Tarímbaro el toro se admira y es el orgullo de cada barrio. Los tres barrios de Tarímbaro son: San Marcos, La Doctrina y La Cruz, y cada uno elabora un “torito” que en su ornamentación alude a un tema en particular, que se mantiene en secreto hasta el día de la fiesta.
Los ornamentos que rodean a los toros evolucionan en forma constante volviéndose más elaborados e incrementando su tamaño, de tal forma que los toritos de Tarímbaro actualmente llegan a medir hasta cuatro metros de altura por tres de ancho, con un peso de hasta 130 kilos y habría que destacar que los sostiene y “los baila” una sola persona.
Al iniciar enero cada barrio se organiza para reunir las cooperaciones necesarias para cubrir los gastos de la fiesta. Participa tanto de la propia población como de diversas dependencias como la Casa de las Artesanías, Oficialía Mayor, Secretaría de Turismo y Presidencia Municipal.
Los toros de años anteriores “se bailan” el fin de semana previo a la fiesta principal y el martes de carnaval se desmantelan y distribuyen entre los habitantes de Tarímbaro, que los guardan como piezas de arte porque reconocen y valoran el detalle manual que lleva cada uno de los segmentos que integran la figura monumental.
Estos toros llegan a medir hasta cinco metros de altura, pero lo más sorprendente es que “los baila” una sola persona, aunque participan varias para cubrir el recorrido de todo el día porque debido al peso, cada danzante soporta apenas cinco minutos en promedio o hasta dos cuadras seguidas. Por eso hay cuatro personas custodiando a los danzantes para ayudar a sostener el toro si se llega a ladear.
Si bien en Michoacán destaca la celebración de Tarímbaro por la altura y riqueza ornamental de sus “toritos”, también son reconocidas las fiestas de la ribera del Lago de Pátzcuaro, Tuxpan, Charo y la Estación Queréndaro, municipio de Zinapécuaro.
LOS ORÍGENES
Etimológicamente “carnaval” significa carna-carne y vale-valor, de tal manera que se interpreta como la fiesta de la carne o la celebración por excelencia de todo lo mundano.
El carnaval ya se practicaba en Europa antes del descubrimiento de América, pero como ocurrió con otras manifestaciones populares, a la llegada de los españoles se fusionó con las fiestas paganas de los pueblos conquistados.
En el caso de Michoacán la creación de los carnavales, se le atribuye al Primer Obispo del estado, Don Vasco de Quiroga.
Se dice que él ideó la elaboración de un toro recubierto con un petate y ese elemento es hasta la fecha una de las figuras principales del carnaval michoacano y aunque actualmente se elaboran con diversos materiales, aun se les llama “toritos de petate”.
Originalmente los toritos danzaban al son de tambores, trompetas y chirimías.
Actualmente los acompañan bandas de música y “maringuías” (hombres vestidos de mujer), bailan por las calles recorriendo los barrios de los pueblos, mientras se sueltan fuegos de artificio en el trayecto.
En rueda de prensa convocada por la Secretaría de Turismo del Estado en coordinación con la Comisión de Ferias, el municipio de Tarímbaro se reportó listo para recibir a los visitantes con motivo de sus tradicionales festejos de Carnaval, que este año tienen como fecha central el martes 12 de febrero.
Aunque las fiestas de carnaval y las danzas con “toritos de petate” se llevan a cabo en diversas partes del estado y del país, muchos consideran a Tarímbaro como la cuna de los toritos de petate porque el testimonio escrito más antiguo que hay sobre esta manifestación alude a esa localidad.
En Tarímbaro el toro se admira y es el orgullo de cada barrio. Los tres barrios de Tarímbaro son: San Marcos, La Doctrina y La Cruz, y cada uno elabora un “torito” que en su ornamentación alude a un tema en particular, que se mantiene en secreto hasta el día de la fiesta.
Los ornamentos que rodean a los toros evolucionan en forma constante volviéndose más elaborados e incrementando su tamaño, de tal forma que los toritos de Tarímbaro actualmente llegan a medir hasta cuatro metros de altura por tres de ancho, con un peso de hasta 130 kilos y habría que destacar que los sostiene y “los baila” una sola persona.
Al iniciar enero cada barrio se organiza para reunir las cooperaciones necesarias para cubrir los gastos de la fiesta. Participa tanto de la propia población como de diversas dependencias como la Casa de las Artesanías, Oficialía Mayor, Secretaría de Turismo y Presidencia Municipal.
Los toros de años anteriores “se bailan” el fin de semana previo a la fiesta principal y el martes de carnaval se desmantelan y distribuyen entre los habitantes de Tarímbaro, que los guardan como piezas de arte porque reconocen y valoran el detalle manual que lleva cada uno de los segmentos que integran la figura monumental.
Estos toros llegan a medir hasta cinco metros de altura, pero lo más sorprendente es que “los baila” una sola persona, aunque participan varias para cubrir el recorrido de todo el día porque debido al peso, cada danzante soporta apenas cinco minutos en promedio o hasta dos cuadras seguidas. Por eso hay cuatro personas custodiando a los danzantes para ayudar a sostener el toro si se llega a ladear.
Si bien en Michoacán destaca la celebración de Tarímbaro por la altura y riqueza ornamental de sus “toritos”, también son reconocidas las fiestas de la ribera del Lago de Pátzcuaro, Tuxpan, Charo y la Estación Queréndaro, municipio de Zinapécuaro.
LOS ORÍGENES
Etimológicamente “carnaval” significa carna-carne y vale-valor, de tal manera que se interpreta como la fiesta de la carne o la celebración por excelencia de todo lo mundano.
El carnaval ya se practicaba en Europa antes del descubrimiento de América, pero como ocurrió con otras manifestaciones populares, a la llegada de los españoles se fusionó con las fiestas paganas de los pueblos conquistados.
En el caso de Michoacán la creación de los carnavales, se le atribuye al Primer Obispo del estado, Don Vasco de Quiroga.
Se dice que él ideó la elaboración de un toro recubierto con un petate y ese elemento es hasta la fecha una de las figuras principales del carnaval michoacano y aunque actualmente se elaboran con diversos materiales, aun se les llama “toritos de petate”.
Originalmente los toritos danzaban al son de tambores, trompetas y chirimías.
Actualmente los acompañan bandas de música y “maringuías” (hombres vestidos de mujer), bailan por las calles recorriendo los barrios de los pueblos, mientras se sueltan fuegos de artificio en el trayecto.
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