Inconsistencia, omisiones, poco claridad en las cuentas, pedirán dar vista el Ministerio Público si hay elementos que presuman un delito.
Raúl PUENTE-MORALESComo una revancha política fue calificada por Fidel Calderón Torreblanca la decisión de no aprobar la cuenta pública estatal del 2011, a diez años “de que la LXIX Legislatura local determinara no aprobar la última cuenta pública de Víctor Manuel Tinoco Rubí”.
Calderón Torreblanca apuntó: “me queda claro que el dictamen es un reflejo político a lo que sucedió hace diez años, cuando no se aprobó la última cuenta de Tinoco Rubí”.
Refirió que en esta ocasión los priistas pretenden repetir el escenario, “la diferencia es que en la cuenta de
Tinoco Rubí “el Ejecutivo entregó a través de la Tesorería General del Estado, información distinta a la que entregaron sus propias Unidades Programáticas Presupuestarias, es decir que los estados financieros no coincidían por lo que no hubo no siquiera la posibilidad de dictaminar”.
Y abundó: “entonces se hizo un dictamen pidiendo a la Contaduría General de Glosa para que exhortara al Ejecutivo a que precisara la información”.
Señaló que ahora el Ejecutivo entregó en tiempo y forma la cuenta pública, “ni siquiera esto lo mencionan en los antecedentes del dictamen que elaboraron, no obstante que ahí debería consignarse el hecho de que el Ejecutivo cumplió”.
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