lunes, 3 de marzo de 2014

COMUNITARIOS Y ALGUNOS CIUDADANOS TOMAN LA ALCALDIA DE APATZINGAN

Dijeron no permitirán el regreso del alcalde elegido mediante el voto


Raùl PUENTE-MORALES

Grupos de autodefensa se apoderaron este lunes del Palacio Municipal y advirtieron  que no permitirán el regreso de Uriel Chávez Mendoza quien fue electo mediante el voto popular a la alcaldía, esto por  las acusaciones que lanzaron en su contra por presuntos vínculos con la delincuencia organizada.


El arribo a la Presidencia Municipal se dio entre gritos y goreserìas cuando apareció , el presidente municipal junto con su esposa y funcionarios municipales antes de la acción de los autodefensas, Uriel Chávez  tomò la tribuna que se montó afuera del palacio municipal para lanzarse en contra del padre Gregorio López Gerónimo, a quien acusó de incitador del movimiento en su contra y lo hizo responsable del derramamiento de sangre que pueda ocurrir. “Viejo loco”, catalogó el edil ante sus seguidores y detractores.

La manifestación de uno y otro bando con la sede edilicia como disputa, inició a temprana hora en pleno centro de la ciudad. Por una parte los funcionarios municipales, entre estos el secretario del Ayuntamiento, Eloy Velázquez; la síndica municipal, Julia Lila Ceja; la tesorera, Jacqueline López Cárdenas, y el oficial mayor, Agustín Jaime García, quienes subieron a un templete colocado afuera de la sede edilicia para “respaldar” a su patrón. Transcendió que la mayoría de los trabajadores de la Presidencia fueron amenazados con perder el empleo si no asistían a “defender” al edil.

El calor de las cosas subió cuando  vieron a funcionarios municipales portar cartulinas en contra del padre Goyo López, quien en las últimas semanas se ha convertido en un  crítico del alcalde. “Si le hacen algo al padre ahora sí se la van a ver con la gente”, decían los ciudadanos que lanzaban consignas para “correr” a Uriel Chávez; Autodefensas e integrantes del grupo CCRISTOS avanzaron para ingresar al Palacio Municipal, y colocar la lona que reza: “Fuera Uriel Chávez Mendoza”.

Los ánimos subían de tono, y mientras los líderes de autodefensas intervenían para “aplacar” los corajes entre la población enardecida y los funcionarios municipales, estos defendían a “capa y espada” a Uriel Chávez, quien apareció en tribuna junto con su esposa para tomar la palabra y lanzar un mensaje que al inicio sonó conciliador, pero minutos después acusó al padre Gregorio López Gerónimo por promover la violencia en el municipio: “Hago responsable al padre del derramamiento de sangre”.

Arropado por sus trabajadores, el presidente se dijo respetuoso de los grupos de autodefensas, incluso los reconoció y pidió establecer una mesa de diálogo, no obstante, insistió en que el problema es el padre Goyo, “es un mentiroso, pederasta, cobarde, dijo,  son cuestiones políticas lo que está manejando el padre”, por ello, lanzó un llamado a la Diócesis de Apatzingán a que lo desconozcan “¡que se quite la sotana!”.

Mientras el alcalde hablaba, los ciudadanos, entre los que se encontraban amas de casa, comerciantes, jóvenes y personas de la tercera edad, gritaban consignas y exigían la renuncia del alcalde bajo exclamaciones como “Uriel, si tienes vergüenza, renuncia, no seas cínico, el pueblo no te quiere”.

Los grupos de autodefensa reconocieron en algún momento que no lograrían la toma de la Presidencia Municipal, sin embargo, apenas el edil bajó de la tribuna para ingresar a su oficina resguardado por funcionarios municipales que cuidaban su espalda, e inmediatamente se lanzaron los ciudadanos para apoderarse de la alcaldía e ingresar.

Entre los pasillos de la Presidencia Municipal se mezclaron autodefensas y trabajadores de Uriel Chávez Mendoza, mientras la Policía Federal intervino para pedir al oficial mayor, Agustín Jaimes, desalojara el edificio por la seguridad de todos los empleados, mientras  tanto el presidente, Uriel Chávez, se mantenía en su oficina acompañado por su esposa.

Con un fuerte operativo de seguridad de la Policía Federal “sacó” por una puerta secreta al presidente municipal, quien subió a un camión conocido como rinoceronte para ser trasladado a las oficinas de la Policía Federal, durante el operativo que se montó para resguardar al alcalde, se mencionó que no fue “trasladado” en calidad de detenido, únicamente se resguardó su seguridad.

Al tiempo que el edil se exiliaba del Ayuntamiento local, el padre Gregorio López oficiaba misa desde la Catedral de la Asunción, más tarde salió ante los medios de comunicación para defenderse de las acusaciones que había lanzado el presidente.

En la sede de la Diócesis de Apatzingán, expresó que con la toma de la Presidencia Municipal, se garantiza que Uriel Chávez no regresará a gobernar, pues señaló que los apatzinguenses lo rechazan y no lo quieren ahí, por lo que señaló que por ley le correspondería a la síndica municipal, Julia Lila Ceja Canela, asumir las funciones de presidente municipal, “la aceptaríamos porque ella no tiene tanta cola que le pisen”.

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