Lobos BUAP empezó enérgico en Cancún. Su necesidad de sumar era inminente; el cuadro de Rafael Puente llegaba al área de los Potros de Hierro con mucha frecuencia.
Esa insistencia se les fue recompensando con un gol a los nueve minutos de juego. Eduardo Tercero metió un cabezazo en el corazón del área para anotar el primer tanto de la noche.
Al minuto 23, el silbante Olvera Ríos marcó una pena máxima a favor de los poblanos. Diego Jiménez fue derribado en el área y el nazareno no dudó en hacer efectivo el penalti.
El mismo Jiménez fue el que anotó el penal. Lo cobró de gran manera para vencer a Gerardo Ruíz.
Los universitarios siguieron haciendo su juego; pintaba para un marcador más abultado, el tiempo avanzaba y Atlante no podía descontar.
Casi al finalizar la primera mitad, los Potros de Hierro lograron anotar por vía de Eduardo Cauich. A pesar de haber fallado algunas oportunidades, el elemento quintanarroense pudo hacerse presente en el marcador.
Para el segundo tiempo, Ruíz fue el némesis de Lobos. El arquero atlantista fácilmente atajó dos tiros que parecían imposibles; evitó que el equipo visitante sacara más ventaja.
Esas intervenciones valieron la pena porque casi al finalizar el encuentro, Olvera Ríos volvió a sentenciar un penalti, pero ahora a favor del Atlante.
En el tiempo de compensación, Paúl Uscanga fue el encargado de sellar el empate por medio de la pena máxima.
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