LONDRES (EFE) -- El Manchester United atrapó en la noche del martes al líder de la liga inglesa, el Manchester City, con una cómoda victoria ante el Stoke City (2-0) con dos goles de penal del mexicano Javier Chicharito Hernández y el búlgaro Dimitar Berbatov.
Los Diablos Rojos doblegaron con facilidad a un inofensivo Stoke en un partido de la vigésima tercera jornada disputado en Old Trafford y empataron a 54 puntos con el City, que perdió por 1-0 en el campo del Everton pero que mantendrá el liderato por la diferencia de goles.
El entrenador del United, Alex Ferguson, sorprendió al alinear al joven inglés Ben Amos, de 21
años, en la portería para suplir la baja por lesión de sus dos primeros porteros, el danés Anders Lindegaard y el español David de Gea, este último criticado por los medios ingleses tras su actuación en la semifinal de la Copa de Inglaterra contra el Liverpool.
Tampoco pudo contar con su estrella, el inglés Wayne Rooney lesionado del tobillo, a quien suplieron con efectividad Hernández y Berbatov.
El Stoke saltó al campo con un planteamiento muy conservador y entregó desde el primer minuto el balón a los Diablos Rojos, que en los primeros compases del partido no encontraban el modo de penetrar en la defensa del rival.
Un remate del inglés Paul Scholes, muy activo en la creación de juego, que salió rozando el palo y un disparo cruzado del inglés Michael Carrick tras una triangulación con Berbatov y el surcoreano Park Ji-Sung fueron las únicas ocasiones claras del United en los primeros treinta minutos.
La insistencia de los de Ferguson para encontrar la portería rival obtuvo premio en el minuto 36, cuando el árbitro pitó penalti por un derribo del inglés Jermaine Pennant a Park Ji-Sung, que se disponía a rematar tras un pase en profundidad de Scholes.
Chicharito asumió la responsabilidad de lanzar la pena máxima y puso a su equipo por delante en el marcador después de engañar al guardameta rival.
El gol desconcertó a los visitantes, que podrían haber recibido el segundo gol en una jugada del delantero mexicano en la que los jugadores del Manchester reclamaron penal por manos de un defensa rival.
En la reanudación, ambos equipos interpretaron el mismo papel que en la primera mitad: el Stoke replegado sin llegar a las inmediaciones del área rival, mientras que la escuadra de Ferguson movía el balón con la tranquilidad de tener el partido controlado.
A los cinco minutos del segundo tiempo, el United amplió su ventaja tras otro penalti del Stoke sobre el ecuatoriano Antonio Valencia que realizó una rápida internada por la banda derecha.
En esta ocasión fue el delantero búlgaro Dimitar Berbatov quien ejecutó la pena máxima con un disparo ajustadísimo al palo izquierdo de la meta rival.
Con el segundo tanto y el partido controlado, el Manchester United se dedicó a congelar el juego y encerrar aun más a su rival, que se fue del "Teatro de los sueños" ofreciendo una imagen muy pobre.
Los Diablos Rojos doblegaron con facilidad a un inofensivo Stoke en un partido de la vigésima tercera jornada disputado en Old Trafford y empataron a 54 puntos con el City, que perdió por 1-0 en el campo del Everton pero que mantendrá el liderato por la diferencia de goles.
El entrenador del United, Alex Ferguson, sorprendió al alinear al joven inglés Ben Amos, de 21
años, en la portería para suplir la baja por lesión de sus dos primeros porteros, el danés Anders Lindegaard y el español David de Gea, este último criticado por los medios ingleses tras su actuación en la semifinal de la Copa de Inglaterra contra el Liverpool.
Tampoco pudo contar con su estrella, el inglés Wayne Rooney lesionado del tobillo, a quien suplieron con efectividad Hernández y Berbatov.
El Stoke saltó al campo con un planteamiento muy conservador y entregó desde el primer minuto el balón a los Diablos Rojos, que en los primeros compases del partido no encontraban el modo de penetrar en la defensa del rival.
Un remate del inglés Paul Scholes, muy activo en la creación de juego, que salió rozando el palo y un disparo cruzado del inglés Michael Carrick tras una triangulación con Berbatov y el surcoreano Park Ji-Sung fueron las únicas ocasiones claras del United en los primeros treinta minutos.
La insistencia de los de Ferguson para encontrar la portería rival obtuvo premio en el minuto 36, cuando el árbitro pitó penalti por un derribo del inglés Jermaine Pennant a Park Ji-Sung, que se disponía a rematar tras un pase en profundidad de Scholes.
Chicharito asumió la responsabilidad de lanzar la pena máxima y puso a su equipo por delante en el marcador después de engañar al guardameta rival.
El gol desconcertó a los visitantes, que podrían haber recibido el segundo gol en una jugada del delantero mexicano en la que los jugadores del Manchester reclamaron penal por manos de un defensa rival.
En la reanudación, ambos equipos interpretaron el mismo papel que en la primera mitad: el Stoke replegado sin llegar a las inmediaciones del área rival, mientras que la escuadra de Ferguson movía el balón con la tranquilidad de tener el partido controlado.
A los cinco minutos del segundo tiempo, el United amplió su ventaja tras otro penalti del Stoke sobre el ecuatoriano Antonio Valencia que realizó una rápida internada por la banda derecha.
En esta ocasión fue el delantero búlgaro Dimitar Berbatov quien ejecutó la pena máxima con un disparo ajustadísimo al palo izquierdo de la meta rival.
Con el segundo tanto y el partido controlado, el Manchester United se dedicó a congelar el juego y encerrar aun más a su rival, que se fue del "Teatro de los sueños" ofreciendo una imagen muy pobre.
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