MONTERREY, México, Jul. 23, 2011.- Un grosero error de Gerardo Torrado privó a Cruz Azul de su primera victoria del Clausura 2011 y permitió el empate de Tigres en el Estadio Universitario.
Los felinos y La Máquina igualaron 1-1 con goles de Javier Aquino (19') y Héctor Mancilla, que capitalizó el yerro del seleccionado mexicano a los 38' para emparejar un marcador que ya no se movió en la segunda parte.
El empate fue bueno para Cruz Azul, que en la primera parte fue el mandón de las acciones y se puso adelante a los 19 minutos por conducto de Javier Aquino, quien tiró una pared con Emanuel Villa, el argentino le regresó de talón y el primero disparó de derecha ante la salida dubitativa de Enrique Palos.
Para Tigres, que no realizó modificaciones, fue un mal resultado en casa, pues no aprovechó el planteo miedoso de Cruz Azul en la segunda parte, cuando se tiró con ocho hombres atrás en espera de un contragolpe.
Inexplicable la postura de Ricardo Ferretti, que contando en la banca con hombres de ataque como emmanuel cerda y su reciente incorporación, Édgar Pacheco, se guardó los cambios y vio como pasaban los minutos sin que su equipo pudiera romper el cerco azul. Los abucheos que recibió el equipo al final del encuentro fueron reveladores.
El arbitraje corrió a cargo de Paul Delgadillo, que a los 13', después del cobro de un tiro libre, decretó penal por un empujón de Waldo Ponce sobre Héctor Mancilla, pero rectificó su marcación por una posición adelantada señalada por el asistente Miguel Hernández.
Delgadillo quedó expuesto nuevamente al dejar de señalar un penal a los 61', cuando Israel Castro derribó a Hugo Ayala en el área. Pero para ser sinceros, Tigres no mereció el empate.
La etiqueta de candidatos le quedó muy grande a ambos contendientes en una noche en la que la que lo único rescatable, como suele suceder en el Universitario, fue la entrega del público.
Los felinos y La Máquina igualaron 1-1 con goles de Javier Aquino (19') y Héctor Mancilla, que capitalizó el yerro del seleccionado mexicano a los 38' para emparejar un marcador que ya no se movió en la segunda parte.
El empate fue bueno para Cruz Azul, que en la primera parte fue el mandón de las acciones y se puso adelante a los 19 minutos por conducto de Javier Aquino, quien tiró una pared con Emanuel Villa, el argentino le regresó de talón y el primero disparó de derecha ante la salida dubitativa de Enrique Palos.
Para Tigres, que no realizó modificaciones, fue un mal resultado en casa, pues no aprovechó el planteo miedoso de Cruz Azul en la segunda parte, cuando se tiró con ocho hombres atrás en espera de un contragolpe.
Inexplicable la postura de Ricardo Ferretti, que contando en la banca con hombres de ataque como emmanuel cerda y su reciente incorporación, Édgar Pacheco, se guardó los cambios y vio como pasaban los minutos sin que su equipo pudiera romper el cerco azul. Los abucheos que recibió el equipo al final del encuentro fueron reveladores.
El arbitraje corrió a cargo de Paul Delgadillo, que a los 13', después del cobro de un tiro libre, decretó penal por un empujón de Waldo Ponce sobre Héctor Mancilla, pero rectificó su marcación por una posición adelantada señalada por el asistente Miguel Hernández.
Delgadillo quedó expuesto nuevamente al dejar de señalar un penal a los 61', cuando Israel Castro derribó a Hugo Ayala en el área. Pero para ser sinceros, Tigres no mereció el empate.
La etiqueta de candidatos le quedó muy grande a ambos contendientes en una noche en la que la que lo único rescatable, como suele suceder en el Universitario, fue la entrega del público.
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