LOS ÁNGELES -- La Agencia Mundial Antidopaje contraataca. La WADA advierte que investigará el dopaje o envenenamiento o contaminación por Clembuterol de jugadores mexicanos.
La WADA no se conforma con el visto bueno del departamento médico de FIFA, ni de su presidente Joseph Blatter, ni, por supuesto, de la Concacaf, y mucho menos aún de la FMF.
Deben llamar la atención a la WADA varias situaciones.
1.- Que la cifra original de contaminados o dopados ascendiera a cinco: Hobbit Bermúdez, Guillermo Ochoa, Maza Rodríguez, Édgar Dueñas y Sinha.
2.- Que después la FMF y la FIFA debieran reconocer que no sólo eran cinco, sino que eran nueve los envenenados por Clembuterol.
3.- Que la FMF se viera orillada a mentir sobre el número total de dopados de manera pública y después corregir ante la Concacaf y ante la FIFA.
4.- Que el Laboratorio especializado de UCLA, de prestigio mundial, hubiera aceptado girar inicialmente información sobre cinco dopados y después no hiciera una corrección oficial identificando a los nueve involucrados sólo ante la WADA, porque debe respetar el derecho de confidencialidad de los afectados.
5.- Que notificada oficialmente por la WADA en el sentido de que en el caso de Clembuterol no hay máximos ni mínimos, al final, la FMF actuara unilateralmente y decidiera que los niveles presentados por Hobbit de .6 nanogramos y de Sinha de 4.2 nanogramos, debieron considerarse preocupantes.
6.- La FMF sabía que cualquier nivel de Clembuterol era considerado dopaje y por lo tanto debía notificarlo a la WADA y lo mismo debía hacer UCLA.
7.- Que a los otros cuatro jugadores que presentaron vestigios de Clembuterol, presuntamente en picogramos, sí se les permitió jugar en la Copa Oro, sabiendo que eso contravenía la ordenanza de la misma Wada, que recomienda inhabilitación inmediata.
8.- La WADA ha recibido, y los nombres los tiene bajo confidencialidad extrema, el reclamo de afiliados de la Concacaf sobre el modus operandi, "en contubernio evidente", dicen las quejas, presumiblemente de federaciones centroamericanos. En tal confabulación se cita a Concacaf, FMF y FIFA.
9.- No hay constancia de inocencia, según la WADA, sin que ellos ejerzan un veredicto sobre ello. En la información que consigna nuestro compañero Fernando López, Juan José Pinto, miembro del tribunal de Apelaciones de la WADA, se puntualiza estrictamente sobre el tema.
"Este argumento de falta de atención y falta de dolo (de lo 5 conocidos y los otros 4 en secreto) no vale, porque nos gustará más o menos pero la regulación sobre doping da que por el hecho de que se detecte la sustancia prohibida en el cuerpo es suficiente para que seas culpable, y serás culpable y sancionado a menos que demuestres, no que no has tenido intención, sino que has tenido una extremísima diligencia en vigilar que no haya ninguna posibilidad que la sustancia prohibida entre en tu cuerpo".
10.- Extraña además a la WADA el que se registre este acto de dopaje o contaminación o envenenamiento en nueve jugadores de procedencia tan variada: unos de Europa, otros de EEUU y otros de diversas regiones de México. Este puede ser un motivo de perdón o de castigo extremo.
11.- Que en los documentos enviados por la FMF no se especifica claramente el menú ingerido, las opciones del mismo, y hay lagunas en detalles puntuales como las empresas que suministran los alimentos al Centro de Alto Rendimiento de la FMF.
Habrá quien piense que la WADA pretende buscarle tres patas a la gallina para hacer más sustancioso y espeso el caldo.
Lo cierto es que el reglamento lo ampara.
En este momento, la investigación, según las revelaciones de Pinto a una radio mexicana, está en curso y se está demandando información extra a la FMF, que ha dicho que en este momento no puede pronunciarse sobre el tema.
Puede establecerse algo: los futbolistas son inocentes.
Cierto que la exoneración, el indulto por parte de la Comisión Disciplinaria, es un reflejo de las presiones de la FMF, a pesar de la presunta independencia o autonomía de que debía gozar.
Sin embargo, queda en claro, nuevamente la torpeza de la FMF en un manejo que presumía sería claro, transparente, prístino, pulcro, honesto y decente, y que desembocó y desnudó finalmente en una farsa con patas de barro.
Evidentemente, la WADA, en su momento, deberá anunciar los nombres de los otros cuatro involucrados y los niveles de Clembuterol.
Ese misterio de la FMF para mantenerlos a salvo, despertó las sospechas normales: ¿por qué proteger a cinco sí y a cuatro no? El proverbio popular en México es irrefutable: "Todos hijos, todos entenados". O "todos coludos, o todos rabones". Es decir no puede haber distingos o discriminación dentro de la misma selección mexicana.
O es que en el Tri hay unos que son más que otros, o acaso significa que los cinco eran prescindibles y los otros cuatro no, porque, se ha dado poca atención a esa aseveración de la WADA: es dopaje de Clembuterol aún con una cantidad mínima.
Deseable es que a final de cuentas los jugadores terminen con su imagen limpia y sin ver afectado su trabajo, porque quien debería recibir un castigo debería ser la FMF por su torvo manejo del caso.
Lo cierto es que la WADA, en cuanto emita un dictamen oficial de que la investigación está en marcha por su cuenta, la inhabilitación de los jugadores es inevitable, a menos que se haya consumado el amparo interpuesto por el mismo Jean Louis Dupont, abogado del ciclista español Alberto Contador, quien incluso actualmente compite en el Tour de Francia.
Y algo más: cuando los dopajes de Aarón Galindo y Salvador Carmona, se comprobó que las sustancias que ingerían las habían tomado en pleno campeonato mexicano, y que ambos pasaron en dos ocasiones por esos controles sin que nunca se les encontraran vestigios..
¿Significa esto que los controles antidopaje que hace la FMF eventualmente, especialmente en Liguilla, no son auténticos? ¿O acaso no son entregados ni siquiera al laboratorio? ¿O se conocía de los casos de Galindo y Carmona y nunca se denunciaron?
¿Y para este Apertura 2011 habrá un auténtico control antidopaje semana a semana como debería hacerlo un balompié que se encuentra ante sospechas mundiales y con los ojos de la WADA puestos en él?
De todo este escenario son sólo culpables Justino Compeán y Decio de María o también los presidentes y propietarios de clubes, e incluso de la Conade, que ha dado carpetazo como organismo regulador de la FMF.
Muchas preguntas. Muchas mentiras. Muchas trampas. Muchas dudas.
Y ninguna respuesta.
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