sábado, 27 de abril de 2013

UN RUGIDO DE ALEGRÍA


LEÓN (Julio Saucedo/ESPN.com) -- En un juego somnoliento, el León sufrió una vez más en la última línea para concretar sus jugadas y en la recta final del cotejo, pudo vencer al Atlante (1-0), para conseguir a penas, en la penúltima jornada del Clausura, su segundo triunfo en el campeonato luego de cinco empates consecutivos.
El León tiene en la contundencia una de sus enfermedades más agudas que lo han tenido agónico en los últimos lugares de la tabla y que lo han hecho tener una de sus peores sequías de triunfos en este torneo.
La posesión de la pelota de poco sirve o marca diferencia cuando no se concreta con goles. La Fiera sufre en la última línea para culminar las jugadas, así ha sido la historia del León en las últimas semanas, un equipo que se apropia del balón, domina el partido, pero falla en el último toque y no es fulminante. Contra Atlante no fue la excepción.
Los verdes fueron mejores que los Potros, quienes apostaron al contragolpe para buscar su tercera victoria consecutiva, pero no con muchos problemas en su juego, prácticamente no llegaron a la meta de Yarbrough.
El León fue completamente dominador a pesar de los cambios que presentó. Ante la baja de Burbano por lesión, Matosas apostó a una línea de cinco con Márquez, González y Magallón en la central y por los costados Loboa y Hernández. Además el técnico uruguayo volvió a poner José Vázquez y al juvenil Mauricio Castañeda a la titularidad.
Diez minutos de arrancado el encuentro, Matosas se vio con la necesidad de mover sus piezas y pasó de la línea de cinco a formar su tradicional 4-4-2 mandando a Magallón a la lateral derecha y a volantear por izquierda fue Eisner Loboa, mientras que Márquez quedó en la central con González.
El movimiento le generó la misma posesión, pero bajando los niveles de peligro en la zona baja que podría provocar con tres centrales. El primer tiempo pasó sin emociones. Atlante no mostró nada. León intentó pero no pudo.
El segundo tiempo comenzó intenso por parte del León, donde generó la llegada más peligrosa del partido. Fue un disparo de fuera del área por José Vázquez que no atajó bien Villalpando y en un segundo tiempo detuvo el contra remate de Matías Britos.
Los Potros siguieron en la misma sintonía, el ingreso de Francisco "Kikín" Fonseca fue quizá lo que puso mayor emoción por parte de los azulgrana, pues por primera vez en su carrera jugó en la ciudad donde nació.
Cuando el partido se encontraba en una fase de somnolencia, Édgar Pacheco apareció para anotar el primer tanto del partido con un certero remate tras un centro de Edwin Hernández.
El gol Pacheco dio el triunfo al León, el segundo de la fiera en el torneo y de esta manera el equipo verdiblanco igualó su peor sequía de triunfos en casa, con dos en un torneo, la cual estaba vigente desde el Verano 2002.
La Fiera ganó tres puntos que significan bastante ante un rival directo en la porcentual.
La próxima semana termina el torneo. León cerrará en el Jalisco contra Atlas, otro rival directo en el cociente; mientras que los Potros recibirán a los Pumas en el Andres Quintana Roo.

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