lunes, 15 de julio de 2013

DECEPCIONANTE TRIUNFO

Manuel Gomez C./OEM

DENVER.- Un par de individualidades bastaron para enmendarle la plana al director técnico José Manuel de la Torre. Sin pies ni cabeza, mucho menos futbol, pero aún así México venció 3-1 al endeble Martinica en el Sports Authority Field, suficiente para garantizar el segundo lugar del Grupo A de la Copa Oro, resultado que sirve para agudizar los temores en torno a un rápido retorno tricolor en la fase de cuartos de final.
El afortunado remate de Marco Fabián ayudó para romper el cero en el amanecer del compromiso y después un destello de Luis Montes, al ensayar de media distancia, ilusionaron a los asistentes al inmueble de los Broncos de Denver.

Lo malo fue que después Miguel Layún -quien había tenido buena actuación a la ofensiva- regaló un penalti a los caribeños, lo que obligó al resurgimiento de los miedos y descompuso el panorama, al extremo de aburrir a quienes se animaron a presenciar el encuentro. De tal suerte que ni el gol de Miguel Ponce -en calidad de relevo- salvó la tarde, sólo apenas para "maquillar" una victoria que debió concluir en goliza.



NO LE HALLA

Acostumbrado a hacer tres ajustes por partido, el Chepo de la Torre hizo lo propio en el duelo ante Martinica. Esta vez dejó intacta a la zaga, pero ajustó la media cancha. La lesión de Jorge Enríquez forzó a regresar al cruzazulino Alejandro Castro y aunque mantuvo a Luis Montes, lo empleó más abierto, por izquierda, en lugar de Efraín Velarde, para activar en la contención a Carlos "Gullit" Peña. Sí, tres recuperadores nominales. No fue todo, también sacó al portero Jonathan Orozco para darle minutos al americanista Moisés Muñoz.

De tal suerte que con ello el estratega tricolor se armó con cinco jugador del campeón América (Muñoz, Layún, Valenzuela, Aldrete y Jiménez), suficiente para pintar a la Selección Mexicana de amarillo.

Aunque ahora el Tri saltó al campo con playera blanca y pantaloncillo rojo, pronto la combinación azulcrema sirvió para amenazar a Martinica. Así sucedió al minuto de juego, cuando Miguel Layún desbordó por derecha y sacó centro que Raúl Jiménez no logró prender a segundo poste, cuando llegaba pleno y de frente a la portería isleña.

Poco después, al minuto 6, nuevamente Layún hizo de las suyas, al proyectar un servicio que Raúl cabeceó pleno, pero increíblemente sacudió el travesaño. Peor aún, tres minutos después, Fabrice Reuperne accidentalmente remató contra su marco, aunque el arquero la atajó. Mas después vinieron los problemas: Moi salió mal y perdió un balón que asistió Layún a tiempo para evitar el gol martiniqués. Y al 12', una falla del "Topo" Valenzuela, al bajar el balón, contribuyó a que Muñoz se lavara la cara con una buena desviada.

Sin embargo, la diferencia futbolística se notó al minuto 20. Con espacios, Luis Montes tocó en corto a Rafa Márquez Lugo, cuyo disparo rebotó en el portero, y Marco Fabián la prendió, con tal suerte que de un bote techó a la zaga y sacudió las redes.

Participativo, el propio Montes se hizo de un rebote en medio campo y al 34' sentenció con un zurdazo lejano que sorprendió al arquero Chauvet a su derecha. Un golazo.

Hasta que al minuto 42, Layún fauleó a Gustan dentro del área y complicó el compromiso. Penalti que convirtió Kevin Parsemain, a la derecha de Muñoz.

El segundo tiempo resultó infame, de nula imaginación y el técnico, José Manuel de la Torre, sin idea para componer a su equipo. Velarde ingresó por Peña, sin ayudar en nada, y a un par de minutos del final, Ponce entró por Fabián. Y fue precisamente Miguel Ponce quien cerró la pinza, a un centro de Layún. El gol maquilló un poco la infamia que se fumaron los fanáticos en el Sports Authority Field, a lo largo de 90 minutos.

Hoy México espera rival. Saldrá del Grupo B. Y los candidatos son Haití, El Salvador o incluso Trinidad y Tobago. Cualquiera de ellos nos pondrá a sufrir...


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