domingo, 15 de junio de 2014

FRANCIA SIN PROBLEMAS ANTE HONDURAS

Dos de Benzema y un autogol de Valladares, derrotaron a Honduras. La tecnología ha hecho su aparición en la jugada del segundo tanto y ayudó a tomar la decisión.


Francia cumplió con los pronósticos y en su debut en la Copa del Mundo Brasil 2014, aplastó a una débil selección de Honduras por pizarra de 3-0, en acciones celebradas en el estadio Beira-Rio, en el duelo que cierra la primera fecha del Grupo E del certamen.



Dos tantos de Karim Benzema, sumado a una anotación en propia puerta del guardameta Noel Valladares, le dieron rumbo al encuentro y firmó las tres primeras unidades para los galos, que se ubican como líderes del sector.

El duelo deja un par de precedentes para la historia de las Copas del Mundo, el primero al no sonar los himnos de Honduras y Francia, gracias a la falla del sistema de sonido en el estadio Beira-Rio, lo cual impidió que el protocolo de FIFA no se llevara de manera correcta.

El segundo con la validación del segundo tanto francés, ya que tras un rebote que no le favoreció al guardameta catracho, la pelota cruzó por completo la lnea de gol, situación que convalidó el silbante brasileño del encuentro, Sandro Ricci.

Benzema fue el hombre del partido. Aún así, le costó, como le cuesta en su club, donde a veces es capaz de brillar como el que más y otras se esconde para no aparecer en muchos partidos. En su estreno mundialista estuvo desaparecido durante casi toda la primera parte. Fue su primera versión. Después, apareció la segunda, la mejor, la que le ha dado fama y con la que acabó con la resistencia de su primer rival en Brasil.

Y es que la aventura de Honduras, en su segundo Mundial consecutivo, comenzó en un estadio, el Beira Rio de Porto Alegre, en el que no llegaron a sonar los himnos de los dos países protagonistas. Fue un síntoma de descontrol que posteriormente no afectó a los hombres de Didier Deschamps y sí a los de Luis Fernando Suárez.

El cuadro centroamericano pasó una semana dándole vueltas a una posible insinuación de Francia de que su juego era violento. Perdió el tiempo en una historia sin importancia que, sin embargo, estuvo relacionada con el devenir del choque.

Fue Francia la que siempre tuvo el control. Nunca dejó a Honduras acercarse a la portería de su capitán, Hugo Lloris, que en la primera parte no recibió ningún disparo entre los tres palos. Vivió una tarde plácida, seguramente inédita en su carrera.

Desde su área, Lloris contempló como sus compañeros se hicieron con el balón y no lo soltaron. Casi todo el peso del juego lo llevó Mathieu Valbuena, que estuvo excepcional y omnipresente durante casi todo el partido.

Sin Franck Ribery, el único futbolista que perturbó la convivencia de una selección que es una balsa de aceite comparada con la del Mundial de Sudáfrica, Valbuena tomó el mando con mucha clase.

Él, junto al lateral derecho Mathieu Debuchy, protagonizaron casi todas las jugadas de ataque de Francia en los primeros 45 minutos. Arriba, Karim Benzema y Antoine Griezmann, que sentó a Olivier Giroud en el banquillo, tenían menos protagonismo. Sobre todo el jugador del Real Madrid, que parecía que iba a alimentar más su leyenda de futbolista indolente hasta que marcó el primer tanto del duelo, de penalti, justo antes del descanso. Ahí comenzó a funcionar.

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