Tecnologías como Facebook y Twitter pronto se convertirán en medios de comunicación de facto, por lo que las universidades deben buscar que fluyan de manera natural con sus estudiantes y articularlas en la academia, señaló Eduardo García, director institucional de Investigación e Innovación Tecnológica de la Universidad del Valle de México (UVM).
En entrevista, manifestó la importancia de utilizar este tipo de herramientas de forma anticipada, intencional y planeada, mas no de manera informal y caótica. Si Facebook y Twitter no se introducen de esta forma, se quedará subempleada, como una red informal de colaboración, puntualizó.
“Debemos considerarlas como un paquete de herramientas que impulsa y motiva el aprendizaje en el ámbito
que hoy en día los jóvenes están buscando: alta colaboración, aprendizaje de pares y altamente conectados”.
El académico estudia y dirige los programas de la institución encaminados a utilizar la tecnología de forma eficientemente para mejorar la enseñanza y aprendizaje, donde las redes sociales son consideradas como un potente medio de comunicación que se generaliza cada vez más.
Hace cinco años, éstas eran consideradas como la innovación, añadió, pero al día de hoy forman estándares de facto ineludibles en la sociedad y que no pueden soslayar las universidades.
“Twitter es estándar ya, y crecerá: el año pasado se registraron 65 millones de tweets al día, actualmente son 250 millones. Facebook tampoco estará ajeno, incluso está desplazando al correo electrónico, puesto que se convierte en el mecanismo de comunicación predilecto. Son tecnologías al alcance de cualquiera y deben fluir de manera natural en la estructura académica”.
En este proceso de articulación, refirió el experto, los profesores son esenciales, pero cambiar su paradigma docente de “migrante” digital —aquellas personas que no crecieron y se desarrollaron con dichas tecnologías— no siempre es sencillo. “Pero se logra con sensibilización y motivación, sin forzar, así como la capacitación”. En el caso de la UVM, ejemplificó, existe un centro de excelencia para la academia, donde se conduce a los académicos en esta línea y en la que hay aprendizaje entre pares de forma colaborativa.
BIBLIOTECA VIRTUAL. Dentro del trabajo desempeñado por Eduardo García y el área que dirige, se encuentra el empleo de un modelo híbrido de biblioteca, apostándole cada vez más por la virtual. En la UVM, apuntó, son pioneros en el uso de bibliotecas digitales, que no sólo permiten revisar textos en línea, sino también permite a los académicos tomar prestados libros o colecciones digitales para que los lleven a su casa y lo utilicen en casa con su computadora o tableta digital; proceso similar al de las bibliotecas físicas.
En este préstamo electrónico, se descarga el libro el tiempo que la biblioteca autorice, para después desaparecer del archivo del usuario y regresar al catálogo. “Tiene las ventajas de que puede hacer ‘anotaciones’ en el libro, hacer algunos copy-paste (no se puede copiar íntegramente, puesto que están protegidos), y nos permite ampliar la cobertura de textos”.
Por otra parte, su dependencia trabaja con cada división académica —negocios, ingeniería, y la escuela de ciencias de la salud—, para desarrollar trabajos de simulación en alguno de sus procesos. Utilizan simuladores, por ejemplo, de disección, en el área médica u otros que simulan casos de empresas para el ramo de negocios.
“Las ventajas de estas herramientas se encuentran en las formas en que las empleamos (como con las redes sociales), e insertamos el análisis de casos de ambientes controlados para así realizar mejores prácticas e incentivar la colaboración entre estudiantes. Las universidades tenemos que ver cómo articular esas herramientas para que generen aprendizaje”.
FUTURISMO. Si bien hace alrededor de un lustro, refirió el docente, varias de estas tecnologías no se habían masificado tanto dentro y fuera de las aulas hoy son casi cotidianas. Entonces, en un ejercicio de “futurismo” muy verosímil ¿qué podría pasar dentro de un lustro más?
“Es complicado porque la tecnología nos alcanza más rápido de lo que pensamos. Si alguien hace 10 años se le hubiera dicho que existiría Facebook, hubiera sido objeto de mucho escepticismo”.
Eduardo García mencionó que lo más seguro es que las actuales herramientas se tornen más sofisticadas, y que las tabletas digitales, por ejemplo, sean similares a las que empleaba Tom Cruise en la película Minority report. “La tecnología ya existe; cuando salió la película no había tabletas digitales, hoy son naturales: manipulamos pantallas planas con los dedos”.
Otros dispositivos se volverán más confortables, agregó, serán más flexibles en términos físicos y permitirán implantar realidad aumentada.
Algunas más como Kinect, abren la posibilidad de realizar simulaciones en ingeniería que de otra forma, logísticamente, serían muy complejas de llevar a cabo e incluso interactuar con objetos en 3D.
Para el especialista, lo trascendente no es hacer “futurismo”, sino pensar en las tecnologías actuales y cómo introducirlas de manera planeada para aprovechar sus ventajas en el aprendizaje.
“La tecnología no debe ser en sí misma una moda, sino una herramienta que mejora nuestras actividades, como la educación”.
El próximo lunes lea la siguiente entrevista de la serie Faro Iberoamericano. Este es un trabajo conjunto entre La Crónica de hoy y Universia.
En entrevista, manifestó la importancia de utilizar este tipo de herramientas de forma anticipada, intencional y planeada, mas no de manera informal y caótica. Si Facebook y Twitter no se introducen de esta forma, se quedará subempleada, como una red informal de colaboración, puntualizó.
“Debemos considerarlas como un paquete de herramientas que impulsa y motiva el aprendizaje en el ámbito
que hoy en día los jóvenes están buscando: alta colaboración, aprendizaje de pares y altamente conectados”.
El académico estudia y dirige los programas de la institución encaminados a utilizar la tecnología de forma eficientemente para mejorar la enseñanza y aprendizaje, donde las redes sociales son consideradas como un potente medio de comunicación que se generaliza cada vez más.
Hace cinco años, éstas eran consideradas como la innovación, añadió, pero al día de hoy forman estándares de facto ineludibles en la sociedad y que no pueden soslayar las universidades.
“Twitter es estándar ya, y crecerá: el año pasado se registraron 65 millones de tweets al día, actualmente son 250 millones. Facebook tampoco estará ajeno, incluso está desplazando al correo electrónico, puesto que se convierte en el mecanismo de comunicación predilecto. Son tecnologías al alcance de cualquiera y deben fluir de manera natural en la estructura académica”.
En este proceso de articulación, refirió el experto, los profesores son esenciales, pero cambiar su paradigma docente de “migrante” digital —aquellas personas que no crecieron y se desarrollaron con dichas tecnologías— no siempre es sencillo. “Pero se logra con sensibilización y motivación, sin forzar, así como la capacitación”. En el caso de la UVM, ejemplificó, existe un centro de excelencia para la academia, donde se conduce a los académicos en esta línea y en la que hay aprendizaje entre pares de forma colaborativa.
BIBLIOTECA VIRTUAL. Dentro del trabajo desempeñado por Eduardo García y el área que dirige, se encuentra el empleo de un modelo híbrido de biblioteca, apostándole cada vez más por la virtual. En la UVM, apuntó, son pioneros en el uso de bibliotecas digitales, que no sólo permiten revisar textos en línea, sino también permite a los académicos tomar prestados libros o colecciones digitales para que los lleven a su casa y lo utilicen en casa con su computadora o tableta digital; proceso similar al de las bibliotecas físicas.
En este préstamo electrónico, se descarga el libro el tiempo que la biblioteca autorice, para después desaparecer del archivo del usuario y regresar al catálogo. “Tiene las ventajas de que puede hacer ‘anotaciones’ en el libro, hacer algunos copy-paste (no se puede copiar íntegramente, puesto que están protegidos), y nos permite ampliar la cobertura de textos”.
Por otra parte, su dependencia trabaja con cada división académica —negocios, ingeniería, y la escuela de ciencias de la salud—, para desarrollar trabajos de simulación en alguno de sus procesos. Utilizan simuladores, por ejemplo, de disección, en el área médica u otros que simulan casos de empresas para el ramo de negocios.
“Las ventajas de estas herramientas se encuentran en las formas en que las empleamos (como con las redes sociales), e insertamos el análisis de casos de ambientes controlados para así realizar mejores prácticas e incentivar la colaboración entre estudiantes. Las universidades tenemos que ver cómo articular esas herramientas para que generen aprendizaje”.
FUTURISMO. Si bien hace alrededor de un lustro, refirió el docente, varias de estas tecnologías no se habían masificado tanto dentro y fuera de las aulas hoy son casi cotidianas. Entonces, en un ejercicio de “futurismo” muy verosímil ¿qué podría pasar dentro de un lustro más?
“Es complicado porque la tecnología nos alcanza más rápido de lo que pensamos. Si alguien hace 10 años se le hubiera dicho que existiría Facebook, hubiera sido objeto de mucho escepticismo”.
Eduardo García mencionó que lo más seguro es que las actuales herramientas se tornen más sofisticadas, y que las tabletas digitales, por ejemplo, sean similares a las que empleaba Tom Cruise en la película Minority report. “La tecnología ya existe; cuando salió la película no había tabletas digitales, hoy son naturales: manipulamos pantallas planas con los dedos”.
Otros dispositivos se volverán más confortables, agregó, serán más flexibles en términos físicos y permitirán implantar realidad aumentada.
Algunas más como Kinect, abren la posibilidad de realizar simulaciones en ingeniería que de otra forma, logísticamente, serían muy complejas de llevar a cabo e incluso interactuar con objetos en 3D.
Para el especialista, lo trascendente no es hacer “futurismo”, sino pensar en las tecnologías actuales y cómo introducirlas de manera planeada para aprovechar sus ventajas en el aprendizaje.
“La tecnología no debe ser en sí misma una moda, sino una herramienta que mejora nuestras actividades, como la educación”.
El próximo lunes lea la siguiente entrevista de la serie Faro Iberoamericano. Este es un trabajo conjunto entre La Crónica de hoy y Universia.
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