
Pachuca va cobrando forma, aunque aún le cuesta hacerse del balón, con base en su delantera y sus golpes precisos y oportunos.
Y es que Puebla, con Juan Carlos Osorio, tiene un rostro de buen toque e intenta jugar por todas las zonas del terreno de juego, eso sí hasta que el propio técnico colombiano lo decide.
Gonzalo Pineda, Alan Zamora y Lucas Silva trasladaron el balón con idea al frente y defendieron a todo pulmón.
En la primera mitad, le quitaron el esférico, la mayor parte del tiempo, al local y Gonzalo Pineda, y Luis Ángel Landín probaron a Cota, el ex tuzo en un mano a mano con todas las ventajas para el delantero, antes de su anotación.
Eran momentos en los que del medio campo ofensivo de los de la Bella Airosa apenas se tuvieron noticias, pero a los 30 minutos exhibieron su pegada. Cejas habilitó a Ayoví y éste envió el balón a las redes.
Parecía demasiada recompensa para lo hecho por ambos cuadros hasta ese momento.
Pero la insistencia de los de La Franja, tan maltratados fuera del campo últimamente, cobró recompensa hacia el final de la primera parte. Silva se fue por la banda izquierda y centró para que Landín cerrara la pinza a los 43'.
Los Tuzos, con el descanso, tomaron aire y se reacomodaron. Le quitaron un rato a los camoteros el balón y Osorio se desesperó e intentó refrescar su medio campo. Sacó a Pineda, Zamora y Silva, y la catástrofe le habló al oído.
Ya sin traslado, se perdió lo mejor que había mostrado La Franja, el control del esférico, y el duelo se hizo de Tuzos por completo.
Otro cambio, ahora de Pachuca, terminó de decidir todo. Marco Bueno, delantero campeón del mundo con el Tri Sub 17 hace unos meses, ingresó por Arreola y le dio al grupo de Efraín Flores lo que le faltaba: pegada.
A los 76', definió con prestancia un servicio por derecha de Edy Brambila y a los 93', atento, aprovechó un balón luego de que Cota tropezara a Ayoví, para poner el marcador definitivo.
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