jueves, 23 de agosto de 2012

CREAN CLUB DE FANS DE CECILIA, LA RESTAURADORA DE “ECCE HOMO”


Luego de que la aficionada a la pintura Cecilia Giménez dañará el lienzo “Ecce Homo”, del pintor español D. Elías García Martínez, ubicado en un muro del Santuario de Misericordia, cientos de usuarios de la red social más famosa del mundo han creado un club de fans y un grupo, en el que se invita a postear fotomontajes sobre arte sacro.

Bajo el título “Club de Fans de Cecilia: La restauradora del Cristo de Borja”, este espacio digital creado la tarde de ayer, ha sido marcado por 26 mil 869 personas como de su agrado.


En este peculiar espacio de Internet se explica que la página fue creada con cariño y respecto a Cecilia:

“Quizás tenemos que plantearnos hacer una nueva página para burlarnos de su diario... O que por lo menos antes de informar MAL, lean ustedes un poquito! Cecilia te queremos!”, se puede leer en el portal de “Facebook”.

Los cibernautas que han tomado de manera graciosa esta fallida restauración decidieron continuar bromeando a través de un grupo, en la ya citada red social, que ya cuenta con tres mil 71 miembros, subiendo decenas de fotomontajes de supuestas obras que podrían ser restauradas por la aficionada.

Entre los fotomontajes que se presentan destacan aquellos en los que aparecen: el artista Marilyn Manson, los actores Jack Nicholson, Brad Pitt y Groucho Marx, el cantante Michael Joseph Jackson y los políticos Barack Obama, Andrés Manuel López Obrador e incluso la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo.

Respecto a esta desagradable restauración fallida, el Centro de Estudios Borjanos y el Ayuntamiento de Borja, en Zaragoza señalaron, en declaraciones a la prensa internacional, que la aficionada, sin conocimientos en la materia, decidió el mejor aspecto de esta obra de arte por cuenta propia, sin notificar a nadie.

No obstante, en un programa de la televisión española, Cecilia Giménez se defendió al asegurar que el sacerdote de la iglesia sabía lo qué hacia, así como las cientos de personas que la veían realizando la supuesta restauración: “el sacerdote de ahí lo sabía, cómo lo iba a hacer yo sin que me lo diga (...). A escondidas no lo he hecho”.

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