Rayados y América igualaron en un juegazo, con doblete de Benítez y tantos de Suazo y De Nigris. Todo se definirá en el Azteca.

Si hablamos en el plano de justicia, entonces América perdió esta noche, ya que era quién se merecía llevar la victoria a casa por lo que hizo en la cancha; sin embargo, si establecemos que el futbol es indescifrable, entonces la igualada de los Rayados es "lógica" y nadie se atrevería a pronosticar quién llegará a la Final del Torneo Clausura 2013.
Para nadie es nuevo que la Liguilla es otro torneo. Por momentos, América dejó en claro porque terminó como segundo general de la tabla y el Monterrey llegó de "panzazo" gracias al descenso de los Gallos Blancos, que le cedió el octavo lugar a los dirigidos por Víctor Manuel Vucetich.
Si la estadísticas no mienten, el balón y el donminio fue amarillo. Sin embargo, el futbol tiene esa característica de sacarle la lengua a la lógica y quedó demostrado por un gol para enmarcar de Humberto Suazo que no sólo sorprendió a los aficionados, sino también al propio Moisés Muñoz que no pudo hacer nada por detener el balón.
América no cedió un ápice en su deseo por alcanzar el empate y la portería de Ibarra. Las llegadas fueron constantes y los peligros mayores, con un ataque venenoso compuesto por Chirstian Benítez y Raúl Jiménez, además de las incorporaciones de Paul Aguilar que le quitaron la respiración a más de uno en el estadio Tecnológico.
El primer capítulo resultó entretenido, pero la segunda etapa fue realmente trepidante. Ambos equipos se brindaron por agradar y llevarse la victoria. América, como tren sin freno, encontró no sólo el empate, sino la ventaja en el marcador, gracias a su depredador ecuatoriano, Chucho Benítez, que encontró el gol gracias a su saciedad en el área que la exhibió sin recato alguno ante el portero Ibarra.
Rayados tiene algo que no puede soslayarse. Nadie lo puede dar por "muerto". Indefenso y con la derrota parcial, Monterrey se repuso a través de Aldo De Nigris que supo resolver un balón en el área por debajo de las piernas de Muñoz.
La ida y vuelta en abas áreas predominó en la última media hora del juego. Tanto Humberto Suazo como Tony López estuvieron a nada de hacer el gol de la diferencia; sin embargo, en el primer caso Muñoz lo evitó con un desvío y en el segundo el balón se escurrió en el poste. Nada para nadie. Buen empate. Buen futbol. en el Azteca se prevé otro gran partido. Dar por muerto a algunos de estos dos equipos, sería un error.
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